La Oficina del Gabinete Ministerial de Reino Unido ha lanzado una iniciativa para utilizar el Mystery Shopping con el fin de evaluar y mejorar la contratación pública de bienes y servicios en el gobierno central y en el sector público en general.
La iniciativa pedía a las empresas pequeñas y medianas (PYMES) que “compraran” y evaluaran las malas prácticas de contratación pública. De esta forma, las PYMES, que representan un 99% de los negocios en UK, pueden comunicar sus inquietudes anónimamente y concienciar de las barreras burocráticas que encuentran para colaborar con el sector público.
El informe de Mystery Shopping mostró:
- En el 80% de los casos ha habido quejas con el procedimiento de contratación y las PYMES se muestran preocupadas por unos requerimientos financieros previos inalcanzables.
- En el 38% de las quejas, las PYMES citan que les perjudican los largos y complejos cuestionarios que ponen demasiado énfasis en las garantías y en los requerimientos financieros.
El esquema de Mystery Shopping ha permitido implementar cambios de mejora en 4 de cada 5 casos investigados por la Oficina del Gabinete. Por ejemplo, British Council ha reducido los requerimientos de seguros para la contratación entre un 50% y un 90% después de las quejas tratadas por la Oficina.
El servicio de salud del Imperial College ha solucionado las facturas pendientes de pago de dos proveedores pequeños y ha mejorado sus procesos internos para que la situación no vuelva a ocurrir.
Con esta iniciativa, el gobierno británico pretende evaluar los procedimientos y procesos de contratación pública y asegurar que las reformas llevadas a cabo para mejorarlos están siendo efectivas. A su vez, animan a más PYMES a unirse a este esquema para poder identificar a los organismos que siguen con prácticas arcaicas de contratación.
Son admirables estas acciones para mejorar la competencia y el acceso a la administración de todas las empresas. En España deberíamos adoptar iniciativas similares.