El Mystery Shopping (Cliente Misterioso), una actividad ampliamente conocida hoy en día, que emplea a miles de personas en todo el mundo y que sirve a las empresas para mejorar la atención al cliente, es una técnica con muchos años de historia.
Originariamente la técnica se usaba en bancos y en tiendas para verificar y asegurar la integridad de los empleados. Los investigadores privados se hacían pasar por empleados para evaluar y descubrir si éstos estaban robando o comprometiendo las directrices de la compañía.
En 1940, Wilmark empleó el término Mystery Shopping y empezó a usarlo para describir la técnica de evaluar el servicio y la atención al cliente proporcionados por las empresas.
En los años 70 y 80 el término y el servicio se popularizó gracias a que fue ganando notoriedad y relevancia en su aplicación por las empresas.
En los años 90, Internet permitió que las empresas de Mystery Shopping se dieran a conocer más fácilmente y que la selección de Shoppers fuera más rápida. Todo esto provocó una rápida expansión de la industria del Mystery.
A partir del año 2000, la industria sufre una auténtica revolución gracias a la creación de paquetes de software para planificar, enviar cuestionaros, validar y reportar y al uso de Internet para reclutar e informar a los Mystery Shoppers.
Hoy en día, gracias al conocimiento del Mystery Shopping o Cliente Misterioso y de sus beneficios la industria sigue avanzando, factura más de 1.500 millones de dólares y utiliza las más modernas técnicas digitales como el uso de smartphones, aplicaciones móviles, vídeos, fotografías digitales, etc.